No es el lesbianismo sino el hecho de romper una pareja y arrastrar a alguien al suicidio lo que para Sartre constituye un crimen tan grave como el infanticidio y la cobardía. Ya en el infierno, Inés intenta entregarse a Esther prometiéndole que será eternamente suya, pero Esther prefiere a Garcin que es incapaz de amar porque no se atreve. Los tres tendrán que soportar eternamente la mirada del otro, siempre lista a juzgarlos. En la obra, escrita en 1947, Sartre no da indicaciones explícitas de puesta en escena ni de marcación de actores, pero es perceptible la intención de plasmar su concepción existencialista de la filosofía, de moda a fines de los 40 y durante los 50. Del mismo modo, el film trabaja sobre la condena propia y la pública, la vergüenza y el egoísmo: cada uno es el infierno de los otros. Fragmento de un texto de Natalia Taccetta y Fernando Martín Peña.
Recuerdo el impacto que me provocó cuando la vi por primera vez -hace mas de 20 años- no sabía de la existencia de esta película, tampoco tenia internet, llegué completamente virgen a ella.
Hoy que la situación es diferente la volví a ver y me produjo el mismo impacto. Algunos podrán decir que es "teatro filmado", a mi no me parece para nada ! Es tan rico, tan intenso todo lo que propone, el clima de opresión psicológica de los personajes, el trabajo visual (uno no sabe cuanto hubo de Escudero y cuanto de Ayala, que en ese momento estaba en la plenitud de su talento cinematográfico) el fascinante diseño escenográfico, la banda sonora, todo, absolutamente todo, la constituye como una obra cinematográfica.
Y por supuesto dejo para el final las extraordinarias actuaciones de los tres protagonistas principales.
¿Que se puede decir de una inmensa actriz como Inda Ledesma que ya no se haya dicho ? Y que ha sabido de grandes personajes en la escena teatral ! Tal vez, y a pesar de sus 25 películas, que el cine argentino nunca le dio el lugar que una actriz de su talla hubiera merecido. Seguramente por ese horrible prejuicio que tienen los directores de cine con los actores de teatro: "que son demasiado armados", "que el exceso de técnica les quita naturalidad para lo que son las leyes del cine".
Todas estupideces que en el fondo es un profundo miedo a no saber dirigirlos, y al bagaje de conocimientos que estos actores traen.
Y lo mismo pude decirse de Duilio Marzio, que también ha sabido de estupendos personajes en cine, teatro, televisión, y aquí compone a un personaje aparentemente gallardo, pero lleno de profundos miedos en su interior.
Tal vez de la que menos se esperaba es de Maria Aurelia Bisutti, no porque no fuera buena actriz (siempre manejo bien la cuerda de la ternura, lo cálido, lo emotivo) pero aquí se zambulle en aguas turbulentas y lo hace con una entrega y con una garra interpretativa notable. Demostrando una vez mas "que el actor es según el ámbito donde se mueva" (durante muchos años Bisutti fue la clásica y edulcorada heroína de los teleteatros) y que aquello del encasillamiento no es una frase hecha. El tema pasa por atreverse y no dejarse encasillar !
En definitiva, un filme que nunca va ser popular, pero que esta entre lo mejor que dio la cinematografía local.
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