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martes, 16 de abril de 2019

ESA MAMITA NADA QUERIDA

Mamita Querida  (Frank Perry, 1981)

Aunque sea una película con desniveles (las críticas fueron lapidarias en su momento) siempre me fascinó aquella detonante y controversial biografía, que hizo Frank Perry sobre la no menos controvertida y talentosa Joan Crawford (uno de los mayores temperamentos y personalidades más ricas de la historia del cine).
El filme la pinta de manera terrible en el sentido más literal de la palabra: Cruel, tiránica (descargaba sus frustraciones y miserias con sus hijos adoptivos) neurótica, obsesiva del orden, la limpieza, la pulcritud, perfeccionista hasta lo insufrible.
Sin embargo deja bien a resguardo la pasión por su oficio, su profesionalismo ciento por ciento, su personalidad inquebrantable (aunque no exenta de crisis anímicas devastadoras) y su capacidad para sobreponerse a la adversidad.
Sin ninguna duda el punto más alto de la película es la extraordinaria composición de Faye Dunaway en el personaje de Crawford (en su trabajo se nota la profunda admiración por la actriz) Le otorga ese halo de locura, presión y lucha permanente contra todo y todos en aquel feroz sistema de estudios de la época.
En el video aparecen los primeros minutos de la película, es una síntesis perfecta de su personalidad, donde se la ve desde muy temprano -casi como en un ritual religioso- prepararse para una jornada de filmación.
Faye Dunaway logró tal compenetración
con el personaje,  que varios años mas tarde
la actriz confesó que esa película arruino su carrera,
ya que el publico la veía igual que a Crawford.