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domingo, 22 de enero de 2017

"NIEVE NEGRA" : Thriller psicológico para la polémica.

Acusado de haber matado a su hermano durante la adolescencia, Salvador (Ricardo Darin) vive aislado en el medio de la Patagonia.  Tras varios décadas sin verse,  su hermano Marcos (Leonardo Sbaraglia) y su cuñada Laura (Laia Costa) llegan para convencerlo de vender las tierras que comparten por herencia.  El cruce,  en medio de un paraje solitario  e inaccesible,  reaviva el duelo dormido donde los roles de victima y asesino se trastocan una y otra vez.  

Luego de leer,  en distintos sitios y formatos,  "una verdadera avalancha de comentarios encontrados";
fui a verla con todo el prejuicio.  Y NO ME DEFRAUDÓ PARA NADA !  La película es muy buena, muy sólida en todos sus rubros.  Es cierto que para los que tenemos el ojo entrenado algunas cosas pueden resultar previsibles,  pero aún con todo la historia es atractiva, concisa, y no carece de interés.   Si bien Darin esta muy bien en su rol de tipo osco y ermitaño;  desmintiendo una vez mas a los que creen que siempre hace de si mismo  (Vasta ver EL AURA UN CUENTO CHINO para corroborarlo)   es Leonardo Sbaraglia el gran protagonista del film, en un personaje de fascinante ambigüedad, que el actor sabe transmitir con una magnifica economía de recursos.   
Lo que debo reconocer que me sorprendió del film, es el exquisito, sofisticado trabajo con el sonido y la música  (algo poco común dentro del cine argentino)  que junto con el paisaje adquiere una relevancia rotunda en la trama !


viernes, 20 de enero de 2017

"EL CINE NEGRO COMO OBRA MAESTRA"

 LOS SOBORNADOS (1953)
Dirigida por Fritz Lang, se basa en un serial del Saturday Evening Post, de William P. McGivern, posteriormente editado como novela (1952). Rodada en estudio, dispuso de un presupuesto modesto. Ganó el premio Edgar al mejor guión.
La acción tiene lugar en 1952 en una ciudad mediana de los EEUU, simbolizada por la inexistente Kenport, del imaginario condado de Parkway. Narra la historia del sargento de policía Dave Bannion (Glenn Ford), honesto, sencillo, casado con Katie (Jocelyn Brando) y padre de una niña de 2/3 años. Investiga el suicidio de un compañero de trabajo, Tom Duncan. Cuando se le ordena suspender la investigación, se ve enfrentado a una poderosa banda criminal.
La película denuncia la extensión a ciudades medianas y pequeñas del crimen organizado, que asienta su poder en el soborno y, donde éste no llega, en el crimen. La venalidad alcanza a personas de todos los estamentos públicos y privados. Tras máscaras invisibles, tejen una malla opresiva, que ahoga al ciudadano honesto. El sargento Bannion decide luchar contra el grupo mafioso de la localidad y sus conexiones. Su apuesta por la justicia, le costará un precio altísimo, que hará emerger en él una sed feroz de venganza. La película es extraordinariamente violenta. Los personajes se mueven en las aguas turbias de la ocultación, el silencio, el colaboracionismo, el miedo, el chantaje a la banda. La ambigüedad moral alcanza por unos momentos al propio Bannion, que se siente tentado por la belleza seductora de Debby Marsh (Gloria Graham), amante del villano Vince Stone (Lee Marvin). Son de antología algunas escenas emblemáticas del film: el sádico Vince Stone, en un arrebato de ira, echa café hirviente al rostro de su amante, el enfrentamiento a tiros de Dave y Vince, la aproximación de Bertha (Jeanette Nolan) al cuerpo sin vida del marido.

La música aporta una partitura orquestal, de viento y cuerdas, que incluye fragmentos románticos, dramáticos y de suspenso, que confieren profundidad a la acción. La fotografía, de tono expresionista, recrea con la ayuda del claroscuro, la iluminación y las sombras, las atmósferas típicas del cine negro de los 30 y 40. La ambientación visual de los personajes refleja su mundo interior. La imagen de Lee Marvin lo identifica como el villano de la obra. El guión desarrolla una narración hábilmente condensada, unos diálogos acertados y brillantes, una correcta definición de personajes y una acción ágil. Define la honestidad y la inocencia, que pone en contraste con la perversidad y la sed de venganza. La interpretación de los protagonistas, y especialmente la de Lee Marvin, son excelentes. La dirección de Lang deja en la obra su huella personal, su maestría en la recreación del mal y su sentido del drama.

Obra cumbre del género. Imprescindible !











domingo, 15 de enero de 2017

MEMORIAS DE LA CORRUPCIÓN

ASESINATO EN EL SENADO DE LA NACIÓN (Juan Jose Jusid, 1984) 
En mayo de 1935 una comisión investigadora del Senado de la Nación presidida por el senador Lisandro de la Torre presentó un informe que contenía las conclusiones sobre los perjuicios que acarreaba para el país el comercio de carne con Inglaterra tras la firma del pacto Roca-Runciman. El legislador no sólo acusó de fraude y evasión impositiva a los frigoríficos Anglo, Armour y Swift, sino que aportó pruebas que comprometían seriamente a dos ministros del entonces presidente, Agustín P. Justo: Pinedo, de Economía y Duhau, de Hacienda. El informe establecía el trato preferencial que recibían estas empresas que prácticamente no pagaban impuestos y a las que nunca se las inspeccionaba. De la Torre probó además cómo se ocultaba información contable en cajas selladas por el ministerio de Hacienda. Los debates en el Senado fueron subiendo de tono, hasta que el 23 de julio, un matón del Partido Conservador, el ex comisario Ramón Valdez Cora, atentó en pleno debate del Senado contra De la Torre, pero el que murió fue su amigo y compañero de bancada Enzo Bordabehere de tres balazos por la espalda.
La película de Jusid (con estupendo guión de Carlos Somigliana) narra la historia del asesino en cuestión, el ex-policía Ramón Valdéz Cora, un conservador expulsado de la fuerza por corrupción en su carrera, con multiples procesos por estafas, falsificación de documentos y extorciones a prostitutas. En la historia real era hombre de confianza del ministro de agricultura Luis Duhau, pero en la película las conexiones con el contexto político están reducidas y el jefe de Valdéz Cora no es Luis Duhau, sino un senador ficticio. A pesar de estas licencias, el film es "un verdadero fresco de los años '30", lleno de momentos excelentes, pero hay una escena que ya es legendaria y extraordinaria ! La del senador ficticio "Don Alberto" (Villanueva Cosse) dandole una feroz golpiza a su empleado y matón a sueldo Valdéz Cora (Miguel Angel Solá) Toda una simbología "Amo/Esclavo - Poder/Servilismo".
Un plantel de actores deslumbrante da vida a los diferentes personajes de la trama; empezando por un inconmensurable Miguel Angel Solá (Ramón Valdéz Cora) y siguiendo por un magnifico Pepe Soriano (Lisandro de la Torre) acompañados por un elenco sin fisuras, donde brillan especialmente: Oscar Martinez, Villanueva Cosse, Alberto Segado, Arturo Bonín, Manuel Callau, Marta Bianchi, Selva Alemán, Noemi Frenkel.
Uno podría agregar que la película ostenta un gran nivel de producción, que la reconstrucción de época es Notable ! Pero transcurridos mas de 33 años desde su estreno; es tan poderoso lo que trasmite la historia y los personajes, que todas estas virtudes pasan a un segundo plano.
FORMIDABLE PELÍCULA DE JUAN JOSE JUSID !!




sábado, 7 de enero de 2017

UN HURACÁN DE SENSUALIDAD

Cuando se estrenó en su país de origen  (hacia fines de 1976)  arrasó con todas las taquillas habidas y por haber,  extendió su descomunal éxito a todos los países de América Latina,  y convirtió a Sonia Braga  (su estrella esencial)  en un verdadero emblema de la mujer de Brasil 

No recuerdo exactamente en que año se estrenó en Argentina,  1977 o 78,  pero si recuerdo muy bien que se  "eternizó" en el cine Atlas Lavalle;  pasaban los meses y la película seguía en cartel con enorme éxito.  Aquellos fueron años muy duros para el cine argentino;  solo mandaba el  "costumbrismo de poca monta"  de Olmedo y Porcel.  Y si bien es cierto que la película de Bruno Barreto rozaba todo el tiempo lo picaresco;  estaba hecha con una calidad estética y un lirismo que dejaba a "años luz"  las comedias dirigidas por los hermanos Sofovich.
Para un cinéfilo como yo,  era muy hermoso comprobar y ser testigo, que aunque sea por una vez el cine latinoamericano había vencido al imperio de Hollywood.




PARRAFO APARTE PARA LA BANDA SONORA:  COMO EN CASI TODA PELÍCULA DE BRASIL  ¡UN PRODIGIO TOTAL Y ABSOLUTO !!!