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miércoles, 15 de febrero de 2023

EL DILEMA ENTRE EL ARTE, LA VIDA PÚBLICA Y LA PRIVADA


Disfrazada de biopic, esta película cuenta la historia -ficticia- de una tiránica directora de orquesta respetada en el medio que verá su vida desmoronarse rápidamente cuando sus oscuridades más grandes salen a la superficie.
¿Cómo es que se pierde el poder? Esa es una de las preguntas a las que "Tár" ofrece algunas respuestas. La protagonista de este film es Lydia Tár, una mujer de mediana edad, excelsa en su trabajo, tan reconocida y legitimada como temida y cancelable. Para presentar este personaje, el director se toma unos cómodos 40 minutos y recién en ese momento sumerge al espectador en la verdadera trama del film.
Justamente, este tiempo narrativo que no se apura y no entrega un personaje a medias tintas revela cómo está sostenido el poder que ostenta Lydia Tár: a través de su trayectoria, de la intelectualidad, de su clase social y desde el miedo. Sin embargo, lo que viene a plantear la película de Field es que este poder no es indestructible y que, solo con mover algunas piezas, la torre puede desmoronarse.
Acompasado con la construcción y el sostenimiento del poder, en la historia ingresa el tópico de la cultura de la cancelación, algo más que presente en nuestros tiempos sobre todo en relación al arte y a las figuras que se erigen como "intocables". La originalidad de Field radica en poner como cancelable a una mujer lesbiana, que no deja de presentarse como minoría, y que se aleja del estereotipo que desde la cultura occidental se puede, a priori, condenar.

Así, al mostrar todos los aspectos de su vida, se ve que "lo cancelado" no deja de encerrar complejidades y esto se expondrá en la caída de Lydia: esa mujer que comenzó en el relato como una persona mesurada, productiva, exitosa e influyente, irá perdiendo las riendas de su vida hasta llegar a una catarsis bestial y rozar la locura.
A pesar de ser extensa y muy hablada (en principio dos elementos "anti cinematográficos") nunca deja de ser cautivante, en su singularidad narrativa, desmiente aquellos comentarios que ponen a Cate Blanchett por encima de la película (el filme es poderoso por si mismo)
Otro aspecto interesante es mostrar ese "universo de élite" en la creación artística sin un atisbo de impostación (todo luce verdadero) y por supuesto como broche de oro esta la majestuosa composición de Blanchett, pese a su origen Australiano sigue la tradición de la grandes del cine estadounidense: esa riqueza emocional, esa energía interior, ese predominio actoral inquebrantable !