Aún siendo interesantísima y muy buena serie Ozark, no deja de sobrevolar todo el tiempo sobre su trama el "fantasma" de Breaking Bad. Aquí también hay personajes comunes y corrientes que se ven envueltos en circunstancias extraordinarias que los superan, y casi sin darse cuenta van entrando en un entramado, en un espiral de corrupción, ambición y degradación moral, de imprevisibles consecuencias, tanto para el espectador como para los propios personajes.
Dentro de un muy buen elenco brillan Jason Bateman y Laura Linney como ese inefable matrimonio de Marty y Wendy Byrde, gente "aparentemente tranquila", en cuyos interiores habitan las aguas más turbulentas.
Sin olvidar a Julia Garner, en la no menos inefable Ruth. Una chica de origen marginal, que a vivido toda su vida "a la deriva", que por primera vez va descubrir sentirse "útil para algo", y defenderá con uñas y dientes su accionar hasta las últimas consecuencias.
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