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miércoles, 23 de septiembre de 2020

JOSÉ AGUSTÍN FERREYRA, EL GRAN PRECURSOR

 

Jose Agustín Ferreyra (1889 - 1943)

Aún con todos los limites que tenía su cine: de producción, técnicos, de argumento (casi todas eran historias de folletin o  tematica "campera")  cuando uno ve una película del "Negro Ferreyra" -tal como se lo apodaba en la época- se tiene la sensación de que estas viendo cine, verdadero y autentico cine. Nunca trabajo bajo la protección de los grandes estudios (Lumiton, Sono Film, etc.) todo lo que hizo fue "a los ponchazos",  sin demasiada planificación, con la fuerza arrasadora de lo espontaneo, y ése naturalismo poético está absolutamente vigente en cada una de sus películas.

Ferreyra nació en el barrio de Constitución de Buenos Aires en una vieja casa que sus padres alquilaban a los curas vicentinos. Su padre Juan Ferreyra era de ascendencia europea y tuvo diversas ocupaciones, siempre en forma autónoma, algunas de las cuales incluían viajes al interior y al exterior, su madre Manuela Teresa del Corazón de Jesús Saavedra era de etnia negra. Durante sus estudios primarios se destacó en dibujo y pintura y también comenzó a aprender a tocar el violín pero el aprendizaje fundamental para sus futuras actividades lo hacía en las calles de su barrio.

En su adolescencia comenzó a concurrir al almacén y despacho de bebidas ubicado en Entre Ríos y Garay de Buenos Aires ya que su amigo Atilio Malinverno era el hijo del dueño. Como era un lugar frecuentado por artistas, desde payadores hasta pintores y escritores, esto lo puso en contacto con escritores como Enrique Banchs y artistas plásticos como Miguel Petrone, Angel Domingo Vena, Ceferino Carnacini, entre otros. Ferreyra participaba en sus conversaciones, escuchaba las opiniones, intervenía en las polémicas y, en fin, adquiría en esa forma desordenada y directa nuevos conocimientos.


 Por aquella época comenzó a pintar y ello lo llevó en 1907 a convertirse junto con Atilio Malinverno en los primeros escenógrafos argentinos que trabajaron en el teatro Colon haciéndolo hasta 1910 bajo la enseñanza del maestro Ferri, traído por el teatro desde la Scala de Milan. Dejó el Colón para cumplir el servicio militar obligatorio y al finalizarlo abrió con Atilio Malinverno un taller de escenografía que mantuvieron aproximadamente hasta fines de 1914, en que Atilio Malinverno pasó a dedicarse de lleno a la pintura mientras Ferreyra se encaminaba al cine.

Ferreyra leía mucho aunque sin orden, y veía cine; en especial le gustaban ChaplinInceGriffith y el cine sueco. En 1915 se produjo un acontecimiento especial en el cine argentino con el estreno de Nobleza gaucha, una de las películas con mayor éxito económico y de público en el país. El mismo año Ferreyra sin otra experiencia previa que no fuera la de espectador debutó en el cine como actor y realizador con la película Una noche de garufa

Con Elena Lucena en la filmación
de "Pájaros sin Nido" (1940)

Muy poco valorado por la crítica de su época, y muchos años después reivindicado, sobre todo a partir del excelente libro de Jorge Miguel Couselo "El Negro Ferreyra, un cine por instinto"(1969).   Aquí un fragmento del libro de Couselo: "Era, pues, esencialmente intuitivo y autodidacta en todo, formado a los saltos. Lo alumbraban una viva inteligencia y ramalazos de talento natural. En el diálogo se imponía, infundía respeto, cautivaba. Tenía autoridad de caudillo. Minuto a minuto vivía la vida con regusto sensual, la gustaba y la gastaba. De contenido temperamento nervioso, rara vez el cigarrillo le caía de los labios. Amaba las tertulias y febrilmente trataba de encauzarlas hacia un proyecto concreto de cualquier índole, presto a acaudillar resueltamente, a suplir vacantes. Aunque a fuerza de intuitivo lo acuciaba el ansia de realizar y nunca terminaba las cosas del todo, redondeándolas como en borrador. Las mujeres y los amigos lo recuerdan vehemente y tornadizo en el amor.(...) Propenso, más que a la soledad, al ensimismamiento, fue sin embargo pródigo y sin dobleces en la amistad, tan receptivo como accesible. (...)La amistad no impedía el respeto, una cierta distancia, la tolerancia de admitir por igual sus largos silencios o su intempestiva entrega al diálogo. La rueda de café se interrumpía a veces, cuando el negro se escapaba hasta la librería más cercana para volver con un cuaderno escolar, donde ya mismao borroneaba ocurrencias e ideas de una próxima película, realizable o no"

"La costurerita que dio aquel mal paso" (1926)

También fue un notable director de actores -conseguía de ellos una frescura y naturalidad que viendo sus viejas películas aún hoy sorprende- Figuras de la talla de Libertad Lamarque, Floren Delbene, Herminia Franco, José Gola, Elsa O´Connor, o Elena Lucena, fueron interpretes esenciales de su filmografía.

1 comentario:

  1. Si hay un director del cine Argentino, que es absolutamente deudor del cine de Ferreyra, ese es sin duda Leonardo Favio, sobre todo con "El romance del Aniceto y la Francisca", ahí esta gran parte del cine de Ferreyra.

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