EL UNIVERSO DE LO TÁCITO

"De eso no se habla" (María Luisa Bemberg, 1993)

En un pueblo argentino de la década de 1930  -San José de los Altares-  Leonor no acepta que su hija Charlotte sea enana y trata de no mencionarlo jamás. Charlotte crece y se convierte en una mujer adulta e inteligente, pero la llegada al pueblo de un tipo misterioso que colecciona miniaturas cambia su vida.

Maria Luisa Bemberg es un caso raro en el cine argentino;  hizo su primera película a los 58 años,  filmó solamente seis largometrajes, todos fueron exitosos, todos contaron con el favor de la crítica, y todos fueron muy diferentes entre si.
Empezando por "Momentos" (1980)  que narraba el adulterio de una mujer de clase media, luego vendrían "Señora de nadie" (1982) sobre la crisis de una mujer separada cercana a los 40 años, "Camila" (1984) los amores trágicos de una joven de familia patricia -Camila O'Gorman- y un cura de provincia -Ladislao Gutiérrez- en tiempos de Juan Manuel de Rosas.

Luisina Brando y Marcelo Mastroiani

"Miss Mary" (1986)  El mundo de la alta burguesía porteña, contrapuesto con las crisis sociopolíticas que vivió la argentina durante las décadas del '30 y '40, "Yo la peor de todas" (1990)  sobre las pasiones de una monja como Sor Juana Inés de la Cruz, y "De eso no se habla" (1993) donde el universo de lo tácito era el gran protagonista.
Es esta última la que me ocupa y sobre la que me interesa hablar.
Aquí Bemberg se mete en "las aguas siempre complejas y turbulentas de la condición humana en sus diferentes formas". Pero no lo hace desde un tono trágico, sino desde las formas sutiles de la fabula o el cuento.  Si bien todos los personajes de la historia son interesantes, y de alguna manera todos tienen cosas que ocultar,  la película se concentra en tres:  Carlota (Alejandra Podestá) una joven que padece enanismo, Ludovico (Marcello Mastroiani)  un extranjero de misterioso pasado que termina enamorado de una forma platónica y sexual de Carlota,  y Leonor (Luisina Brando)  la madre de Carlota que no puede ni quiere asumir que su hija sea una enana; 

Mastroiani y Alejandra Podestá

Y es justamente en el personaje de la todo poderosa Leonor donde parece condensarse  las diferentes capas de la historia; A través de ella vemos el ocultamiento, el dolor, los prejuicios, las contradicciones, la crisis de "la sagrada maternidad";  porque Leonor ama a su hija, pero también la odia,  y por momentos la siente como "un castigo bíblico" que vino para arruinarle la vida.  Nada de esto está puesto en palabras, pero se ve, se siente, se trasmite;  y en la extraordinaria actuación de Luisina Brando  (rica en matices y sutilezas)  mucho mas !  Si bien todo el elenco de la película es muy solido,  su trabajo tiende a lo excluyente. Sobre la base de esa negación Leonor va construir un mundo para su hija. 
 ¡Y guay de aquel !!  Que se atreva a romper o interferir con esa "realidad de cristal" en pos de "la supuesta verdad",  porque la va defender contra viento y marea, cueste lo que cueste y caiga quien caiga ! 
¿Si era lógico o saludable mantenerse en esa postura para su hija y para ella misma?  Seguramente NO (en una secuencia memorable dirá "A veces estoy tan cansada")  Pero es algo que tiene que ver con los oscuros recovecos de la condición humana. Y porque no ?  Del psicoanálisis y la psiquiatría.

Película completa:  Aquí