Melodrama de tintes negros con el que Claude Chabrol definiría ese estilo que lo ha hecho único, "Las ciervas" (Les biches en el original o tambien conocida como "Las amigas" en Latinoamerica) es seguramente una de las mejores películas de su director, y un auténtico goce para los sentidos. Uno de los temas más recurrentes de este cineasta ha sido retratar el carácter apático y a veces cruel de la burguesía, encarnada aquí en la fascinante lesbiana que interpreta de manera sublime Stéphane Audran, (merecidamente ganadora del Oso de Plata en el festival de Berlin como mejor actriz) su musa y esposa en la vida real. (Y una relación profesional que comenzó con un breve papel en "los primos"1958. para saltar al año siguiente al coprotagonico de "Estas buenas mujeres" 1959. Y finalizar su colaboración con él en "Betty" 1992.)
Fredérique, esa mujer bella y fría, recoge de las calles de París a una joven artista callejera llamada Why (Jacqueline Sassard), y la convierte en su amante.Durante unas vacaciones en la Costa Azul, Why conocerá a Paul (Jean Louis Trintignant), un atractivo arquitecto que la seducirá. Pero Fredérique, lejos de darse por vencida, utilizará también sus artes de seducción para cambiar las reglas del juego y convertirse en el vértice dominador de un triángulo isósceles en el que dos ganan y uno pierde.
A través de una espléndida fotografía y un guión que mantiene la tensión narrativa sin decaer en ningún momento, Chabrol alcanza las más altas cotas de refinamiento en su cine, tratando temas como la bisexualidad, la sumisión y el cambio de roles de forma morbosa pero elegante, con tan buen gusto como una copa de champagne francés. Y un buen champagne no puede carecer de esas burbujitas que chispean en el paladar, y que aquí encontramos en dos bribones ridículos que viven a expensas de Fredérique, proporcionando momentos de alivio cómico a la trama.
En definitiva, en esta auténtica joya del cine europeo las ciervas del título caerán en la trampa de un atractivo cazador. Pero una presa astuta nunca se da por vencida; y ese instinto de supervivencia será el arma de Chabrol para mostrar las aristas más turbias de la condición humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario