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miércoles, 14 de diciembre de 2016

UN MERECIDO RECONOCIMIENTO

En un primer momento es duro ver a una mujer terriblemente hermosa como fue Lana Turner,  consumida por el cáncer,  pero al mismo tiempo es admirable la entereza, la elegancia, la predisposición, y hasta el buen humor con que la gran estrella norteamericana fue a recibir el premio (el Donostia a la trayectoria) y tributo que le rindió el Festival de San Sebastian en su edición 1994.  En ese momento la actriz tenía 74 años, y ya sabía que le quedaban pocos meses de vida.  Lo que resulta todavía mas conmovedor verla.
La Diosa rubia de "La fingida cenicienta", "La viuda alegre", "Flama de traición" o "Retrato en negro";  no fue una actriz superlativa que gozó del prestigio unánime como Bette Davis, Katharine Hepburn o Ingrid Bergman.   
Turner empezo bien de abajo, con escasa preparación y a los "ponchazos".  Tampoco tuvo pretensiones de "Super actriz", le bastaba con trabajar y ganar buen dinero.  Su magnetismo personal hizo que lograra muchísimo mas que eso;  en pocos años Turner se convirtió en una de las estrellas favoritas del publico, y en una de las mejores pagadas por los estudios de cine.
Sin tener "el gran talento", pero sí mucha viveza y astucia; fue amasando un oficio actoral que con el paso de los años se haría cada vez mas solido.  Películas imborrables como "El cartero siempre llama dos veces" (Tay Garnett, 1946)  "El eterno conflicto"  (George Sidney, 1947)  La malvada Lady de Winter de "Los tres mosqueteros" (George Sidney, 1948) "Páginas de mi vida"  (George Cukor, 1950)  "Cautivos del mal" (Vincente Minnelli, 1952)  "Peyton Place, la caldera del diablo".  Actuación por la que obtuvo su única nominación al Oscar (Mark Robson, 1957)  "Imitación de la vida" (Douglas Sirk, 1959)  y "Madame X" (David Lowell Rich, 1966)   La mostraron no solamente como una belleza deslumbrante, sino también como una actriz de cine rotunda y cabal,  que quedará para siempre en la historia grande del séptimo arte.





              SU GRAN DESPEDIDA EN EL FESTIVAL DE SAN SEBASTIAN 1994

1 comentario:

  1. Siempre es difícil este tipo de apreciaciones, pero desde mi punto de vista junto con Rita Hayworth, Ava Gardner, y Kim Novak; Lana Turner integra ese "cuarteto" de mujeres deslumbrantes que dio el cine de Hollywood en su época de oro, es cierto que hubo muchas Bellezas (Gene Tierney por ejemplo, que me encantó siempre) pero lo que une a éstas cuatro actrices es ese poder en la presencia, "ese aquí estoy yo y mírenme a mi", esa actitud, ese peso específico o fuego interno que no todos tienen! Y que no necesariamente está relacionado con la belleza física (o por lo menos no totalmente) ni tampoco con lo estrictamente interpretativo, pero es algo que se percibe, se ve, se nota!

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