En lo personal nunca estuve de acuerdo con esa selección de películas. ¿Cómo elegir en una obra cinematográfica tan cuantiosa y monumental sin que otros títulos importantes queden afuera ? Es de una arbitrariedad innecesaria
Recuerdo que a mediados de los '80 se presentó "Lo esencial de Hitchcock"; para los que éramos muy jóvenes en ese momento fue la oportunidad de ver películas clásicas que nunca habíamos visto y encima en salas de cine; por otra parte reactualizar y mantener la vigencia de un director UNICO
Los títulos son los siguientes y se fueron reestrenando en este mismo orden : LA SOGA (en Argentina la conocimos como FESTIN DIABÓLICO) LA VENTANA INDISCRETA, PERO ¿QUIEN MATÓ A HARRY ?, EL HOMBRE QUE SABIA DEMASIADA, Y VERTIGO.
En Argentina la crítica especializada reconoció los grandes valores cinematográficos de las dos primeras, pero "ninguneo" por completo a las otras tres !
Ahí te das cuenta como los críticos muchas veces se dejan influenciar por lo que dijeron OTROS.
NO SABEN OPINAR CON MIRADA PROPIA.
Reconocieron los valores de "La soga" y "La ventana indiscreta" porqué en su momento fueron éxitos y unánimemente elogiadas por la crítica de su época. No es el caso de "Vértigo", que en su momento tuvo un éxito discreto y las críticas fueron desiguales.
La cuesta arriba de VERTIGO fue a partir de los '90, donde fue creciendo en prestigio y fama. Y muy merecidamente por cierto !
Hay un abismo de distancia con "¿Quién mató a Harry ?" y "El hombre que sabia demasiado".
VERTIGO es tan majestuosa -o tal vez mas- que LA SOGA o LA VENTANA INDISCRETA.
La que si creo que se debe revalorizar con urgencia es EL HOMBRE EQUIVOCADO (que se la conoció también como "Falso culpable") una película tan rara como maravillosa !!
Muchas veces se menciona a PSICOSIS y LOS PAJAROS por lo innovadoras que fueron en su momento, donde se mezclaba el suspenso con el terror, como nunca se había hecho hasta ese momento, pero aún siendo películas magnificas, no me parece que sean las que mejor lo representen. Hitchcock era la sutileza y la intriga por antonomasia, nunca la truculencia.